Busca , y no la encuentra, y se va inflamando su mente ,de sórdidos re sueños , Recuerdos imborrables de aquella mujer ,que le engancho con su iris ,y le afecto en su corazón con su danza ,insostenibles recuerdos en cada paso , y él torna a su nido ,el majestuoso abrigo de los suyos, el cálido calor que abraza. Y es que para él es un delito dar a escoger, o la fama de su bella bailarina, o el destierro de sus zapatillas en danza, que retejan en grandes y sugerentes escenarios. Desde el avión, aun en tierra, deja penas y alegrías, el dolor que le atribuye al despegarse de Muriel, y el despido de manos amigas. Al escuchar el sonido del motor en marcha, coge aire y parpadea, sujeto al asiento con las manos firme, y acomodadas, le corren lagrimas amargas por sus mejillas, su querida bailarina lo abraza en su mente. Y sigue imaginando sus besos, su tul blanco y sus zapatillas de punta. No hay regreso, ni cambia el tiempo, sigue queriendo que su dama, consiga su propósito. y se aleja de ella sin despido ,ni gracia .Su pesar es no verla ni un segundo ,pero si se acerca ,sabe que abandona su arte, su aplomo y dignidad en el escenario. Son dos mundos diferentes, en el que uno de los dos tenía que tomar una determinación. Y él no quiere estorbarle en su camino .pues él era un simplón obrero, ella una reputada bailarina ,para él había un abismo. Y con el paso del tiempo, sus pupilas se refugian en otras miradas ,ajenas a todavía a un olvido ,ese que nunca termina ,y re empieza en s u camino. Y su mirada aun habla de ella ,casi nadie entiende su tristeza, pues cuando mira un jardín la recuerda ,tumbada en el césped con su libro en la mano ,su cabello recogido ,Y su sonrisa en sus labios .Pero Muriel no aparece. El reloj del tiempo no se para ,dan vueltas sin cesar, y en el se topa con una mujer ,con un corazón adorable mirada tierna, que habla por si sola ,sin palabras , sin espavientos. Ella lo comprende, le da cariño, y la amistad de esa mujer ,calma su ansiedad ,y casi un olvido - parece que se relega de Muriel , y su sonrisa vuelve a su rostro ,y las falsas ganas de vivir también. Alma le reforma su rostro, le da alegrías .Crece en su vientre lo que ella le llama un pedacito de él, y crece la familia ,dando bendiciones a sus vidas ,cómplices de todo ,participes de nada, en ella se desatan celos cuando le pone el nombre a su hija ,la bailarina saltan entre bambalinas .Se desato la ira en Alma ,veía naufragar la nave ,y ella sola llevaba el timón, pues su esposo ,regreso al escenario ,donde las zapatillas de punta saltaban en el corazón ,se ausentaron sus palabras ,su persona ,y la nave se inundaba de aguas grises ,zozobrando cada día ,entre esperanzas y sueños de volver al presente ,donde antes el remanso era cálido ,pura agua cristalina. él se enjuago con licor ,y sustancias no agradables al sabor de Alma ..su derrota empezó ,cuando sus voz renació fría y calculadora ,solo para dañar a la mujer que le dio parte de su vida, y esas manos ,que tantas caricias le daban ,se volvieron furia contra la madre de su hija .Alma abandona la nave con su mochila al hombro , y un pequeñuelo que le daba la vida ,al cual se aferró .y no volvieron nunca ,al lúgubre desierto del hombre que ellas tanto querían. Eduardo nadaba en arenas cálidas que solo existían en su mente, las cuales le seguían atormentando .No había sueños ni deseo, ni descanso .ahora Eduardo vive para su adicción, para sus sueños rotos, y deseos desamparados .Alma vive feliz con su pedacito, viéndolo crecer ,y con dignidad y cabeza alta sigue su camino. Muriel es solo una muñeca rota, que la colocan en escenarios, donde solo sabe dar vueltas, vive vacía, sin su obrero ,y sus sueños se secaron el día ,quesu amdo cogió el vuelo .al nido donde lo vio nacer. Ellos dos resoplan en el viento, mas nunca se volverán a ver, la arrogancia ,el orgullo …puedo con dos corazones ,que se quedaron congelados ,esperando otra vez ,el primer beso….autora : concha matos ..(poeta urbana)