miércoles, 26 de septiembre de 2012

Miedo


En el silencio te escondes para deliberar… son momentos apropiados para resguardarse, para dictaminar la realidad… ésa que te busca y te persigue. Y te acoges a el para encauzarte, para perderlo … ese horror que te invade , te acosa y te busca en tus rincones, el que te dice la verdad. Y desapareces en tu silencio… encerrándote, desechas  aun no lo  vivido.  ¿Y ese dulce te amarga?. Tu dictamen es que no, pero te corroe  la verdad y el  te invade… cual ermitaño que se esconde en su soledad… O el nómada viaja sin rumbo para escaparte. Y te envuelve su profundidad, te dejas a veces llevar por el. En su mirada te pierdes ..Y retrocedes en el camino ,que se restriega en ti; Ese impetuoso monstruo … Ese que se llama miedo, que no te deja avanzar . Te aletargas …Te dejas envejecer sin degustar tanta belleza: Ese deseo que tanto necesitas y repliegas en ti…
Concha Matos

Descolórame con tu luz


…y vete destiñéndome con tus labios, que en cada rincón de mi carne se tiñan de tu firmamento ….Y disuélveme en tus brazos incandescentes .Acércate sigiloso, si, como si no me pertenecieras, como si sólo un secreto fuese lo que nos ha unido. Acércate ausente, misterioso y bravo … Que yo recogeré de cada palmo del camino el atardecer  de tus entrañas. Para hacerte parte de mí , y  parte de todo lo que me envuelve… Acércate sencillo como la luz, independiente como el sol, frágil como el verso. Acércate y desnúdame en tus ojos, que te sienta, que te abrace que reconstruya por ti la herencia de mi alma ..
Concha Matos

Embruja-me

 Embruja-me con tu mirada,
hechízame con  tus besos,
sedúceme.
                         Y me entregaré en cada caricia,                                                                                  
                         en cada susurro escuchado…
                         en cada sentimiento
que dejas encerrado en tu lecho.

 Y déjame en cada poro de mi piel la esencia
de tu despertar,
 así respiraré de tu aliento…
                                                 en cada anochecer;
 mientras  danzo al compás de tus fantasías 
 más ocultos.

  Concha Matos