viernes, 10 de febrero de 2012

Erotico I


Susurros de nata resbalaban entre mis  piernas y besaban mis labios cada amanecer.despertaba entre las dulces sábanas de aquella habitación blanca,y en mis sueños dibujaba la noche anterior, el olor a un cuerpo que había sentido entre mis manos.Mi lengua recorría su sexo con avidez y no podía detenerse quería lamer todo su cuerpo y ya nunca detenerme ,sino en la nube de su pecho, mis piernas se cerraban, se apretaban contra él, mis manos le acercaban a mis labios.sentía que aquel momento se me escapaba muy rápido, lentamente mis dedos no se podían detener,quise explorar más allá de lo que mis yemas palpaban.Su silencio era mi pasión, mi deseo se agarraba más y más a unas sábanas que ya estaban arañadas por nuestras palabras enloquecidas,no podía dejar de besarle, era como la luna entre mis manos, emblemática y cercana
 Mis ojos, penetraron en la habitación buscándole a él .Estaba sedienta, ya la luz no iluminaba la ventana y se podía respirar mejor la intimidad que me hacían sentir sus paredes.Mi cuerpo quería estremecerse acariciando su cuerpo y un suave cosquilleo bullía por cada poro de mi piel mirándole tendido sobre la cama,desnudo. Avancé entre sus piernas suaves,... pero a la vez húmedas y firmes,quería sentir el frágil palpitar de sus yemas sobre mí. Mi mano abarcaba a la vez que mi cuerpo buscando lo imposible de aquel momento, lo más íntimo: su ser. nunca había sentido la desnudez como ahora con  él   y nuestros cuerpos podían estremecerse juntos. -Dame tus dedos, deja que su sabor permanezca en mis labios esta noche .Te los saborearé dulcemente mientras busco en tus muslos la parte más bella de tu ser, Deja que me se estremezca para ti y se agarre de tu cuerpo y así sienta la noche que nos envuelve.Y lentamente profundizar en la oscuridad que nos ata.Concha Matos

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